Dejar de Fumar se Pone Bueno.
Suspensión del Tabaquismo Jóvenes, Psicología, Química, Tabaquismo 0
Considere que dejar de fumar es como aliviarse.
Bajo esa premisa, ¿Quién no quiere dejar de estar enfermo?
El sentido común diría: Todos.
El sentido común de un fumador diría: Fumar no es estar enfermo.
Y este es el pensamiento estándar de alguien adicto a una sustancia. Por un lado, está la satisfacción obtenida al consumir la droga, mientras que por el otro está la creencia de que la enfermedad viene después.
Muchos fumadores deciden esperar a la aparición de alguna enfermedad grave para plantearse el dejar el tabaco, otros sencillamente no quieren dejarlo.
A diferencia de otras drogas como la heroína, el LSD o los inhalables, el tabaco mata a largo plazo, pero con una efectividad sin comparación. La muerte sin duda invierte en acciones de tabacaleras y tiene 50% de ganancias a plazo variable.
Desde el primer cigarro se empieza a causar daño al cuerpo y a partir de ahí, se van acumulando hasta manifestarse como un padecimiento serio. La percepción de no estar enfermo viene del tiempo en el cual aparecen los síntomas. Esto es muy variable, hay quienes mueren de cáncer a los 40 y hay quien lo hace a los 60.
Otro elemento es el concepto de: “enfermedad grave”. El cual está más asociado a la muerte o a la discapacidad. Sin embargo, la tos crónica es grave, tal como lo son la enfermedad periodontal, la baja oxigenación en el cuerpo o la mala cicatrización.
No todo está perdido.
En el momento en que fuma el último cigarro el cuerpo empieza su proceso de reparación. Lean esta lista de algunos de los beneficios inmediatos y se darán cuenta de lo mucho que se ha perdido y de aquello que su puede recuperar.
20 minutos después de fumar el último cigarro.
- La frecuencia cardiaca y la presión arterial bajan a niveles normales.
- La temperatura de manos y pies se incrementa a los valores normales.
8 horas después de fumar el último cigarro.
- El oxígeno y monóxido de carbono en sangre se normalizan.
24 horas después de fumar el último cigarro.
- Disminuye el riesgo de un ataque cardiaco.
48 horas después de fumar el último cigarro.
- Mejoran el gusto y el olfato.
72 horas después de fumar el último cigarro.
- Los bronquios se relajan y se puede respirar mejor y aumenta la capacidad pulmonar.
De 1 a 9 meses después de fumar el último cigarro.
- Disminuyen las enfermedades respiratorias y los pulmones tienen mejor capacidad para limpiarse.
5 años después de fumar el último cigarro.
- El riesgo de morir por enfermedad pulmonar se reduce a la mitad y el riesgo de morir de enfermedad cardiaca es igual que el de los no fumadores.
10 años después de fumar el último cigarro.
- Se reduce el riego de desarrollar cáncer en boca, laringe, esófago, vejiga y páncreas. Del mismo modo, el riesgo de morir de cáncer de pulmón es similar al de los no fumadores. (CONADIC).
Si se fijan las cosas buenas empiezan a pasar en muy poco tiempo, pero volver a los niveles de salud del resto de la población se lleva 10 años.
También debemos aclarar que el estado de salud al momento de dejar de fumar determinará el grado de recuperación del organismo. Por ejemplo: las piezas dentales perdidas son irrecuperables, pero, aun teniendo EPOC o cáncer, hay una mejoría en la salud notable, eso sin mencionar que se rompe el patrón adictivo y el sistema nervioso vuelve a funcionar de forma normal.
No bajen la guardia.
Una vez que se es adicto a una droga, la condición de adicto en recuperación se mantiene a lo largo de los años.
¿Por qué no decir ex-adicto?
El prefijo “ex” se refiere a algo acabado, un exesposo perdió por completo el estatus y la obligación, un exfutbolista no juega más. Pero, al pasar al terreno médico ser un “ex” es solo para algunas enfermedades.
La adicción se corta, pero debido a sus características, el riesgo de recaída está latente. En el caso del alcohol, un alcohólico en recuperación no puede volver a tomar ni una copa de licor; hacerlo activará la adicción casi de inmediato. Es lo mismo para la cocaína, la heroína o las metanfetaminas.
A eso se debe que, en el ámbito clínico, usemos el término de adicto en recuperación en vez de ex-adicto.
La suspensión total del consumo de tabaco requiere de 6 meses de abstinencia para pasar a la fase de mantenimiento y de un año para considerarse libre de la adicción. El uso coloquial de exfumador es apropiado, siempre y cuando la persona tenga claro que la posibilidad de una recaída estará siempre presente.
Sabiendo que revertir los daños sí es algo palpable, esperar a una enfermedad crónico-degenerativa es una irresponsabilidad. Esto es particularmente cierto para los niños y adolescentes. Hemos hablado del riesgo de enfermedad mental y de las modificaciones a nivel cerebral que predisponen el consumo de otras drogas.
Si esto no es suficiente para prevenir el inicio del tabaquismo, no sé qué pueda serlo.
Referencias.
Consejo Nacional Contra las Adicciones. La neta del tabaco y algo más. Guía para adolescentes CONADIC 2016. Recuperado el 2 de octubre de 2017 de: http://www.conadic.salud.gob.mx/Guia_Preventivas/La_neta_del_tabaco.pdf